La gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) se refiere al proceso de manejar adecuadamente los dispositivos electrónicos al final de su vida útil para evitar daños ambientales y recuperar materiales valiosos. Este proceso es vital debido a que los dispositivos electrónicos contienen una amplia gama de materiales peligrosos y valiosos, incluyendo metales pesados como plomo y mercurio, y recursos preciosos como oro y plata.

La gestión de RAEE incluye varias etapas clave:

1. Recolección: Los aparatos son recogidos mediante sistemas designados que pueden incluir puntos de recogida específicos, recogidas programadas o devoluciones en el punto de venta.

2. Transporte y Almacenamiento: Los equipos recogidos se transportan a instalaciones especializadas donde se almacenan adecuadamente hasta su procesamiento.

3. Tratamiento: Incluye la descontaminación, desmontaje y separación de los materiales. Los componentes peligrosos son manejados de manera segura para minimizar el impacto ambiental.

4. Reciclaje y Recuperación de Materiales: Los materiales valiosos, como metales y plásticos, se recuperan y reciclan para ser utilizados en la producción de nuevos productos, reduciendo así la necesidad de extraer nuevos recursos naturales.

5. Disposición Final: Los residuos que no se pueden reciclar se gestionan de manera segura para asegurar que no contaminen el medio ambiente.

El proceso no solo ayuda a reducir el impacto ambiental, sino que también contribuye a la economía circular al reintegrar materiales en el ciclo de producción. Una gestión eficaz de los RAEE es esencial para el desarrollo sostenible, ya que promueve la conservación de recursos y la reducción de la contaminación, asegurando al mismo tiempo la protección de la salud humana y el medio ambiente.